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Roberto Carbajal

La aventura humana

El delfín, las ideas y la pela

Asegura Pablo Casado que él no quiere hablar mal de España. ¿Pero qué es denigrar a tu país? El líder del PP, criado ideológicamente a las tetas de José María Aznar, va a iniciar un periplo en Bruselas para plantear a sus colegas del Partido Popular Europeo, y particularmente a Angela Merkel, que los presupuestos que pretende aprobar el presidente Sánchez son un horror fiscal y que ante una supuesta recesión española nos convierten en objetores de conciencia comunitaria, como pretende hacer la Italia de Salvini. Durante el mandato del expresidente Zapatero, Aznar se dedicaba en cuerpo y alma a poner a parir a aquel Gobierno y a lacerar la reputación de España en el exterior. Todo un patriota. Ahora le toca el turno a su delfín. Pasearse por Europa torpedeando la pretensión de que la gente desfavorecida de nuestro país viva mejor no es precisamente una tarjeta de presentación españolísima. Aseguran los populares que con las nuevas cuentas públicas nos convertiríamos en otra Venezuela, que pasaríamos hambre y todos los cataclismos que quieran añadir. Parte del discurso gira alrededor de la subida del salario mínimo. Era de justicia que aumentase. No lo ve con malos ojos Juan Rosell (CEOE), así que algo de bueno tendrá semejante medida. No obstante, la aprobación del presupuesto pasa por el apoyo de los partidos independentistas. De momento, Esquerra y PDeCAt no están por la labor, anteponiendo la suerte de los políticos presos. A ver cómo explican ante su electorado que prefieren incidir en la idea de la liberación de los encarcelados frente a que sus administrados, como el resto de los españoles, disfruten de los 900 euros de salario mínimo. La pela es la pela, atribuyen a los catalanes secularmente. La subida era un acto de justicia y de inteligencia. Recordemos que el beneficio empresarial aumentó un 25% durante los últimos tiempos, así que una redistribución de la riqueza puede dar mucho juego. Ahora veremos qué alambique pone en marcha Sánchez para sacar adelante los PGE. Mientras, el desleal Casado, de contraembajador de España.

Publicado en El Norte de Castilla el 17 de octubre de 2018

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Sobre el autor

Tenía siete meses cuando asesinaron a John F. Kennedy. De niño me sentaba en los parques a observar a la gente, pero cuando crecí ya no me hacía tanta gracia lo que veía. Escribo artículos de opinión en El Norte desde 2002, y críticas musicales clásicas desde 1996. Amo la música, aunque mi piano piense lo contrario. Me gusta cocinar; es decir, soy un esclavo. Un esclavo judío a vuestro servicio.


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