El político utiliza a la muchedumbre para llegar al poder. Luego, si te he visto, no me acuerdo. Existe una distancia insalvable entre los elegidos y los votantes, que son convidados de piedra. Unos, privilegiados con la vida asegurada; los otros, unos tontos útiles que tienen que luchar para sobrevivir y que, llegado el momento de cobrar la pensión, no les queda otra que seguir luchando. La secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, pertenece a la élite. Es la encargada de coordinar no sé qué de las relaciones del Gobierno con los medios, un sueldazo y un empleo que podrían ser prescindibles. El presidente Rajoy acudió a apoyar al nuevo alcalde de Alicante. En la calle un grupo de pensionistas aguardaba para soltar sus consignas, reclamando la mejora de sus sueldos. Martínez le dijo a un amiguete: “Dan unas ganas de hacerles un cojonudo corte de mangas y decir os jodéis”. Maldito micrófono traidor. Como se produjo un escándalo, acudió a una radio amiga para, supuestamente, pedir perdón; no lo consiguió. Dijo que pedía perdón a quien se sintiese ofendido. Que la conversación era coloquial, aunque luego se hiciese pública, pero insistió: “Pido perdón y santas pascuas”. No sé a ustedes, pero para mí la coletilla final anula toda indulgencia. Lo sustancial del asunto no es que esta deslenguada pronunciase esa procaz sentencia. Lo que te deja mal sabor de boca es que dijo lo que pensaba y sobre esto no cabe la menor duda. Desconozco si alguien dentro del Gobierno ha afeado a Martínez esa reflexión tan profunda. Pero en un país serio (que no es el caso) esta elegida a dedo debería ser destituida de forma fulminante, porque es evidente que no va a dimitir. Flaco favor le hace a sus jefes permaneciendo en su castillo dorado, porque podría colegirse que en el Gobierno existe gente que piensa como ella. No obstante, no hay problema. Durante los próximos dos años se celebran elecciones en España. A los pensionistas les llegará el turno de votar y a nadie le extrañaría que muchos introdujesen en la urna un elocuente “os jodéis”.

Publicado en El Norte de Castilla el 9 de mayo de 2018