Todo parecía estar como en espera de algo.
—Aquí no hay dónde acostarse —le dije.
—No se preocupe por eso. Usted ha de venir cansado y el sueño es muy buen colchón para el cansancio.
El reloj de la iglesia dio las horas, una tras otra, una tras otra, como si se hubiera encogido el tiempo.
Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces… Hay esperanza, en suma.
—¿Se siente mal?
—Mal no, Ana. Malo.
—¿Cuántos pájaros has matado en tu vida, Justina?
—Muchos, Susana.
—¿Y no has sentido tristeza?
—Sí, Susana.
—Entonces, ¿qué esperas para morirte?
—La muerte, Susana.
—Si es nada más eso, ya vendrá. No te preocupes.
El silencio volvió a cerrar la noche sobre el pueblo.
Tít.: Pedro Páramo
Autor: Juan Rulfo
Editorial: Círculo de Lectores