>

Blogs

Esperanza Ortega

Las cosas como son

Guía de lectura de los poemas comentados

GUÍA DE LECTURA DE LOS POEMAS DE ESPERANZA ORTEGA.

ELABORADA POR PILAR ZARAGOZA, CATEDRÁTICA DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA.

(Este texto, destinado a los profesores de E.S.O y Bachillerato, acompañaba a los poemas comentados por Esperanza Ortega, y fue publicado por el Instituto de la Lengua de Castilla y León)

Poema 1 (Como un gorrión sin alas)

El poema evoca la imagen de un niño muy pequeño que llora inconsolable: ese llanto es, para quien habla – la madre- la “desdicha / más solitaria y honda”. ¿Con qué se compara al niño?

El dolor que no se puede explicar, la desdicha que no se puede consolar separa a la madre del niño (tu mano / perdida entre la nieve de las sábanas). ¿Cómo recuperará un día la madre a su hijo?

Poema 2 (Pareces dibujada en los cristales)

aparece una dedicatoria explícita): una niña pequeña tras los cristales, que sonríe a su madre. El poema se dirige a la niña, en segunda persona, pero ¿se espera que responda?

La sonrisa de adiós de la niña abre y cierra el poema. Entre los primeros y los últimos versos, la voz del poeta se hace preguntas. ¿A qué se refieren estas preguntas? ¿Tienen respuesta?

¿Por qué la niña es “de fuego y alas”?

Poema 3 (Una percha olvidada)

Si el futuro es el lugar de la esperanza (poema 1) y de la incertidumbre (poema 2) el pasado es el tiempo de la historia. Algunos objetos hablan de un pasado feliz: ¿cuáles son, qué evocan?

La casa es un símbolo universal: por una parte, es el centro del mundo, la imagen del universo; por otra es el ser interior. El aire es símbolo del espíritu y de la creación. ¿Qué es lo que sostenía la existencia de la casa? (Una claraboya es una ventana abierta en el techo o en lo alto de las paredes.)

Poema 4 (Ahora solo tienes una vida)

La voz poética se dirige a un tú (inmediatamente veremos que es consigo mismo con quien habla) para decirle algo sorprendente o tal vez inquietante: “Ahora solo tienes una vida”. ¿Antes ha tenido otras? ¿En qué sentido han de entenderse estas palabras (ver las notas de la autora)?

El juego parece a punto de acabar, el agua se ha escurrido entre las manos, el pan se ha desmigado… ¿qué sentimientos suscitan estas tres imágenes?

En muchos cuentos tradicionales aparece, de vez en cuando, un visitante, es decir, alguien que llega a la casa del protagonista y cuya llegada altera su vida. ¿Quién parece ser en el poema este visitante? ¿Viene de otro lugar o viene de dentro de uno mismo? ¿Qué hacer con su voz?

¿Cuál es el gesto imposible del v. 15? ¿Dónde se encuentra la belleza del mundo?

Poema 5 (¡Cuánto sufre el amor)

El amor se compara con un perro enfermo (que a su vez se compara, dormido en un suelo frío, con un reptil): ¿Qué clase amor se evoca? ¿A qué otro se opone? (En el v. 9 hay un eco de un famoso poema de San Juan de la Cruz: aquesta (luz) me guiaba / más cierta que la clara luz del día).

Nuevamente, quien habla está presente en el poema. ¿En qué forma?

¿Por qué acariciar a este perro enfermo?

Poema 6 (Como una lágrima)

* En este breve poema el dolor humano se proyecta sobre el curso de la naturaleza. Los ojos lloran como la noche cae sobre el día. ¿Qué se pretende decir con eso? ¿Hay en el poema rechazo o aceptación del dolor? (Ver las notas de la autora.)

Poema 7 (Labor atenta de hilo solo)

El poema comienza con la imagen de una mujer entregada a la labor de tejer un tapiz: ¿por qué puede ser éste indócil? ¿Por qué el tapiz no se ve y no engaña a los “príncipes sedientos”? (Sin duda hay una evocación de Penélope, la mujer de Ulises, que tejía de día y destejía de noche, alargando indefinidamente el plazo dado a sus pretendientes, sedientos de su riqueza, pero también de los tejedores que prometieron hacer un traje maravilloso que sólo contadas personas podrían ver: así consiguieron engañar al rey).

Nuevamente, el poema interpela a un tú, la hilandera, y dialoga con ella: ¿qué se le insta a aceptar? ¿Por qué su desnudez ha naufragado en un océano sin límite? (El temor de Penélope es que Ulises no regrese de Itaca, que su barco haya naufragado.)

Pero a la voz de la razón, se opone, en los últimos versos, la de la esperanza. ¿Cuál es la metáfora que permite ver la esperanza?

¿Puede decirse que el poema es una reflexión sobre la labor creadora? Téngase presente cuáles son los símbolos que el poema utiliza, el hilo y el telar.

Poema 8 (Esta voz que se enciende)

Hay cosas – o emociones, o la percepción súbita de algo- que es difícil explicar con el lenguaje lógico de todos los días. Por ejemplo, la sensación de plenitud y de alegría, de que, a pesar de los pesares, “el mundo está bien hecho”. El poema comienza evocando una voz que se enciende: ¿por qué se dice más adelante que “no hay palabra”? ¿Puede escribirse un poema sin palabras?

La imagen del círculo se asocia a lo pleno y perfecto. En los cuentos, ¿con qué se relaciona la posesión de un anillo? ¿Qué evocan los “deditos de oro”? ¿Qué senderos pueden recorrer unos dedos?

Poema 9 (En la hora desnuda)

¿Qué es la hora desnuda, qué sugieren las puertas abiertas de par en par, qué evocan los copos de nieve que caerán mansamente?

Los diamantes que se esconden en el cofre, el saco cerrado, los zapatos perdidos son imágenes de todo lo oculto, de lo prometido y también de lo perdido. ¿Qué ocurrirá con todo ello en el momento de la muerte?

Poema 10 EN UN ÁRBOL ESCRITO

Como en otras ocasiones, el poema se construye mediante el contraste entre el pasado y el presente. ¿En qué lugar se produce la transición?

En la primera parte, ¿qué fueron -para quien habla- los árboles?

En el presente, los mismos árboles, la hoja que veía sin mirarla, se le revelan. Y el árbol ha fructificado: ¿cuál es su fruto?

¿De qué te parece que es metáfora “la alfombra invisible”?

RECAPITULACIÓN

Un poema está hecho con palabras, pero esto no significa que sea solo cosa de palabras, como a veces decimos de lo que es banal o insincero. Si el poema es un artefacto verbal, si el poeta se detiene cuidadosamente a elegir sus palabras es porque sabe que solo en la medida en que estas sean las adecuadas será verdadero lo que intenta expresar; y será necesario: sobrevivirá días o años a la propia emoción del poeta y otros seres humanos encontrarán en él una parecida emoción, una misma experiencia.

Así, los versos elegidos, las palabras y sus connotaciones, las imágenes, los recuerdos de otras imágenes y de otros versos que aparecen en los que el poeta escribe no son insignificantes. Aunque tal vez al lector le importen poco, son inseparables de la emoción, del asentimiento, de la admiración que el poema provoca.

Pues no hay poema sin emoción, sin admiración, sin asentimiento: sin lector, en fin. Sin otro ser humano a quien el poema se dirige, el poema no existiría.

Esto es lo que pretenden las notas de la autora, que acompañan a los poemas: hacer más fácil el diálogo con el lector. Y el mismo objeto tienen las que aparecen en las últimas páginas: observaciones y preguntas que pretenden hacer reparar en el modo en que los poemas se has construido y en el sentido general que parecen tener. Las siguientes líneas intentan recapitular estos dos aspectos:

EL LENGUAJE

Muchos de los poemas están escritos sin signos de puntuación, salvo la mayúscula inicial y el punto final, y con la excepción de la interrogación y exclamación. ¿Qué se consigue con estos? Las relaciones entre las palabras y las frases ¿son así más explícitas o más implícitas? ¿Cómo afecto esto a la continuidad de los poemas?

Como ocurre con frecuencia en la poesía contemporánea, los versos no siguen un esquema métrico determinado y sin embargo tienen un ritmo que viene marcado por algunos versos dominantes: el heptasílabo, por ejemplo, en poema 1, el endecasílabo en el 2, o combinaciones de estos versos con otros (de tres, de cinco sílabas). Mide los versos del poema 3.

La mayor parte de los poemas se construyen como un aparente diálogo: quien habla se dirige a un tú que parece interpelar al lector y que es en realidad quien escribe. Estudia este procedimiento en el poema 4.

Otro procedimiento común en los poemas es el siguiente: una imagen apenas evocada (la sonrisa de una niña tras los cristales en el poema 2, o algunos objetivos domésticos en el poema 3) abre el camino a una cierta reflexión: el mundo está lleno de significados, las cosas hablan y el poema es el significado que así se llega a descubrir. Localiza algún otro poema construido de modo parecido.

Las comparaciones y las metáforas ayudan a decir lo que sentimos: un niño que llora es como un gorrión sin alas y los brazos de la madre son sus ramas (poema 1). Pero a veces no sabemos bien a qué alude una metáfora y sólo el contexto del poema o los significados que las palabras tienen en la tradición cultural iluminan su sentido: ¿Quién es el visitante en el poema 4? ¿Qué simboliza la casa en el poema 3, el tapiz en el poema 7 o la rama de olivo en este mismo poema?

EL SENTIDO

Como la de otros poetas, la poesía de Esperanza Ortega aparece atravesada por un sentimiento central: el tiempo, que nos lo da todo, también lo pone en peligro. En este tránsito todo es oscilante, e incluso contradictorio (como si en la poesía no rigiera el principio de no contradicción): el presente es incertidumbre y a veces plenitud, el futuro ofrece esperanza y también temor, y en el pasado está el fundamento de la dicha pero también la memoria de lo perdido. Señálense algunos poemas en que este tema aparezca con claridad.

Asociado al tiempo, aparece el tema de la pérdida. La vida es un conjunto de encuentros y de separaciones, de apariciones y de pérdidas. Antonio Machado escribió que la monedita del alma / se pierde si no se da. Al comienzo de el segundo libro de Esperanza Ortega, “Hilo solo”,se citan estos versos de Alejandra Pizarnik: “Explicar con palabras de este mundo / que partió de mí un barco llevándome”. ¿Cuál te parece el sentido que pueden tener estos versos?

. ¿Puede justificarse esta afirmación? ¿Qué restituye la poesía a los hombres? ¿Por qué escribir? (Reléanse los poemas 7 y 10.)

Pilar Zaragoza

Algún día, Ediciones Portuguesas, Valladolid, 1978

Páginas de la herida, Ed. Visor, Madrid, 1995

Temas

Sobre el autor

Esperanza Ortega es escritora y profesora. Ha publicado poesía y narrativa, además de realizar antologías y estudios críticos, generalmente en el ámbito de la poesía clásica y contemporánea. Entre sus libros de poemas sobresalen “Mudanza” (1994), “Hilo solo” (Premio Gil de Biedma, 1995) y “Como si fuera una palabra” (2007). Su última obra poética se titula “Poema de las cinco estaciones” (2007), libro-objeto realizado en colaboración con los arquitectos Mansilla y Tuñón. Sin embargo, su último libro, “Las cosas como eran” (2009), pertenece al género de las memorias de infancia.Recibió el Premio Giner de los Ríos por su ensayo “El baúl volador” (1986) y el Premio Jauja de Cuentos por “El dueño de la Casa” (1994). También es autora de una biografía novelada del poeta “Garcilaso de la Vega” (2003) Ha traducido a poetas italianos como Humberto Saba y Atilio Bertolucci además de una versión del “Círculo de los lujuriosos” de La Divina Comedia de Dante (2008). Entre sus antologías y estudios de poesía española destacan los dedicados a la poesía del Siglo de Oro, Juan Ramón Jiménez y los poetas de la Generación del 27, con un interés especial por Francisco Pino, del que ha realizado numerosas antologías y estudios críticos. La última de estas antologías, titulada “Calamidad hermosa”, ha sido publicada este mismo año, con ocasión del Centenario del poeta.Perteneció al Consejo de Dirección de la revista de poesía “El signo del gorrión” y codirigió la colección Vuelapluma de Ed. Edilesa. Su obra poética aparece en numerosas antologías, entre las que destacan “Las ínsulas extrañas. Antología de la poesía en lengua española” (1950-2000) y “Poesía hispánica contemporánea”, ambas publicadas por Galaxia Gutemberg y Círculo de lectores. Actualmente es colaboradora habitual en la sección de opinión de El Norte de Castilla y publica en distintas revistas literarias.